soy un admirador de hitchcock. cuando mi padre me dice que, al fin y al cabo, tan solo se dedicó a contar cuentos, me gusta contestarle que es cierto pero que nadie los cuenta como él. y es así, hitchcock inventa situaciones inverosímiles dentro de un orden social propio de su época. y lo hace a las mil maravillas.
en todo caso, quizá este no sea el caso de psycho. podría ocurrir perfectamente que un demente con trastorno de personalidad cometiera crímenes e interactuara con personas que no existen (esto me recuerda que ayer, además de psycho, también vi shutter island. no hay comparaciones posibles entre lo uno y lo otro ni de lejos).
pero yendo al tema: qué peliculón. de principio a fin (a pesar de que el discurso final del psiquiatra me moleste un poco). hitchcock saca a relucir todas las facetas que hacen grande a su cine: dominio de los diálogos y de las situaciones, un guión férreo, el suspense, la música... me encanta el primer diálogo de la película entre Sam y Marion en la habitación de un hotel barato (por cierto, qué guapa está Janet Leigh en esta película), donde todo queda claro sin que por ello parezca forzado: el diálogo nos da el motivo por el que se iniciara la huida de Marion con el dinero, y con ello el resto de acontecimientos posteriores. además está lleno de esa sexualidad contenida del maestro inglés, como también lo está el diálogo entre Marion y el magnate que pagando al contado le da la posibilidad de escapar con dos grandes fajos de dinero en lugar de llevarlos al banco tal y como su jefe le ha pedido.
a propósito de esto, otra de las cosas que tiene esta película (y hitchcock en general) es el espléndido tratamiento que se da a los papeles secundarios, como por ejemplo, el del magnate o el de la compañera de trabajo de marion. hitchcock los define con un plano, dándoles una personalidad que muchas películas no consiguen dar a sus personajes protagonistas. todo está medido al milímetro. y eso, sin duda, enriquece a la película.
no obstante, si hay algo por lo que está película me enamora y me obliga a revisitarla es su estructura. ¡¡¡hitchcock mata a su protagonista a los 40 minutos!!! ¡y se dice rápido! pero la verdad es que es uno de los golpes de efecto más sorprendentes que me han ofrecido las películas que he visto a lo largo de mi vida. es que mata a su protagonista... es increíble. no lo hace al final, ni cuando acaba el segundo acto y se precipita el clímax, no. lo hace al principio cuando nos creemos que la película va de una cosa y de repente nos encontramos en algo totalmente distinto. eso sí, sin engaños (no como en otras películas, valga de ejemplo una que antes se ha nombrado), la historia nos lleva a ello, no es una estratagema donde se nos haya engañado sobre los hechos que hemos estado viendo. y una última reflexión final (que largo está saliendo esto hoy...). el hecho de ver psycho hoy pierde la esencia de la sorpresa doble que preparó hitchcock e intentó mantener en el más estricto secreto para los espectadores que acudían a los cines allá por el año 60. eso hace pensar en la imposibilidad de vivir una experiencia (en este caso cinematográfica) tal y como podríamos haberlo hecho. algo se pierde. pero nos ha tocado vivir el momento que nos ha tocado. aún así pienso que aquello debía ser impresionante para el espectador. incluso el monólogo final del psiquiatra encuentro que es necesario para explicarle al espectador lo que ha sucedido (esencialmente en la mente de bates y, por lo tanto, en la película a partir de su aparición y los actos que comete). por eso no molesta tanto. que película...
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