En resumen, a nivel fotográfico, la profundidad de campo permite diferenciar entre distintos términos dentro de un encuadre, con lo que se gana profundidad y se crea la ilusión de que lo que vemos en la pantalla está en tres dimensiones.
Sin duda se podría hablar largo y tendido sobre el concepto de profundidad de campo en este sentido. Pero la verdad es que me apetecía escribir algo sobre él para referirme a su potencia narrativa: aquello que está a foco toma inmediatamente el protagonismo dentro de encuadre para el espectador y, por tanto, fija su interés. Esto es un elemento narrativo en tanto que damos información sobre lo que hay de importante ya que marcamos que es lo que queremos marcar dentro del encuadre. Pero la cuestión es que como todo elemento cinematográfico, podemos sacarle más partido y utilizarlo en otras situaciones de una manera original y curiosa. ¿Y si por ejemplo el foco está en una espalda? Un grupo de personas habla al fondo. En primer término una chica de espaldas. Y es ahí donde centramos la atención. Es eso lo que nos llama la atención. Para mí es una imagen de una potencia enorme porque encierra algo que te impulsa a desear ver más, a descubrir al personaje, saber que hace o dice. Y es en lo que insinúa donde reside la fuerza de la imagen.
Esta fotografía la tomé en un encuentro internacional para la preparación de un congreso. De todas las que tomé era la única que seguro que no podía servir para colocar en la página web donde se publicaba la noticia. Pero para mí sigue siendo la única que tiene algo de interés porque sigue insinuándome algo, invitándome a imaginar historias.
Debería haber puesto un ejemplo cinematográfico, lo sé. Pero no sólo de cine vive el hombre. ¿O sí?
3 comentarios:
no solo de cine vive el hombre, no! también están las chinchetas...
abraccio, bello!
Te he llamado porque me ha gustado esta nueva entrada que has hecho, y me ha llamado mucho las dos imagenes de las caricias y el trailer de esa peli. Tengo ganas de que hagas el nuevo blog!!!
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