esta entrada se podría titular "thirst o el amor fou". porque thirst es, ante todo, una pequeña historia de amor, de amor fou, donde todo se rompe hasta destruirse por la fuerza del deseo, el ansía y, sí, también ese amor que consume.
por eso, la película de chan-wook park sobre vampiros va más allá. abraza el mito para después introducirse en las miserias de una relación tan intensa como dañiña, tan poderosa como destructiva.
y aún así, como película de género, deja en el aire la sensación inexplicable de esa erótica de la sangre representada por los vampiros y su mundo, desde el pequeño vampiro hasta el drácula que cruza océanos de tiempo para encontrar a su amada. de ahí nace la fuerza de unos personajes que comprenden su nueva situación a marchas forzadas, obrando en función de lo que eran pero no pueden recuperar. ahora despiertan y actuan a partir de una nueva perspectiva, ya sea desde la óptica del juego o del sufrimiento.
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