Magnífico momento del aún más magnífico P. T. Anderson, que sin lugar a dudas es, a día de hoy, uno de mis directores de culto. There will be blood me parece una película de dimensiones tan grandes que escapa a la categoría de buenas películas. En mi opinión es una obra de arte puramente cinematográfica. Porque se supone que el cine también es arte. ¿O no?
En todo caso, el fragmento que presento es de Magnolía, otra película enorme, donde el ritmo y la estructura del relato parecen ideados por la mano de un Demiurgo todopoderoso que lleva a sus criaturas a encontrarse con algo que todos tienen en común y que puede salvarlos del agujero inmundo en el que están incrustándose sus vidas. Y esa puesta en común tiene un momento sublime. Además un momento sublime que Anderson consigue llevar a su clímax dramático en vez de caer en el ridículo y la sensiblería más estrepitosos. Ahí es donde radica su complejidad.
Una especie de videoclip dentro de una película… ¿quién puede permítirselo?
Debería empezar a preocuparme porque he perdido la cuenta de las veces que he visto este fragmento.
1 comentario:
Uf...es que es simplemente maravillosísimo...*
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